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Ayuda Para el Abuso Infantil

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Ayuda Para el Abuso Infantil — La Historia de Mi Vida
Durante la infancia, yo fui la bolsa de boxeo de mi hermano. Toda la frustración que él tenía por no tener padres alrededor, la descargaba en mí. Crecimos muy enojados y violentos el uno con el otro, y dado que yo era más pequeña, me llevé la peor parte. Un día, mi hermano me pegó y yo perdí el autobús. Tuve que llamar a la vecina y pedirle un aventón a la escuela. Cuando llegué a la escuela, fui inmediatamente donde el director, con el ojo hinchado y un moretón en mi brazo. Le conté lo que estaba sucediendo y él inmediatamente llamó a mi mamá, diciéndole: “Este es un asunto familiar y necesita tratarlo inmediatamente”. Mi mamá me prometió que no volvería a suceder, pero por supuesto, volvió a suceder. Como respuesta, empaqué todas mis cosas en dos mochilas pequeñas, tomé mi bicicleta y me fui.

El pueblo más cercano estaba a 45 Km de distancia y era un gran trayecto en bicicleta por un camino de grava. En el camino pavimentado más cercano, decidí abandonar la bicicleta y pedir aventón hasta el siguiente pueblo. Eventualmente, una pareja me recogió y tuve mi primera experiencia fumando marihuana.

Cuando la policía me recogió, estaba como a cien kilómetros de casa. Inventé una historia para el policía, diciéndole que me había golpeado la cabeza y no sabía dónde estaba. Por supuesto, no se lo creyó y me llevó a la estación donde estaba mi papá esperándome. Traté de decirle al oficial lo que estaba sucediendo en mi casa y por qué no quería regresar a ella, pero él me mandó a casa de todas formas. Mi papá me agarró por la garganta al final de las escaleras y dijo: “No vuelvas a hacer esto jamás”. Mi mamá me prometió que nadie me volvería a pegar o lastimar otra vez. Eso no fue más que otra promesa incumplida.

Mi mamá y yo discutíamos una noche y ella me golpeó en la cara. En ese momento, tuve una conversación sincera con Dios y dije: “En este preciso instante ya no te quiero en mi vida. Tengo cosas mías que voy a buscar”. Me sentí tan abandonada por mis padres y la sociedad, que me volví introvertida y comencé un sendero de autodestrucción.

Los años siguientes, estuvieron llenos de drogas, alcohol y abuso de los hombres en mi vida. No solo estaba experimentando abuso de los demás, sino de mí misma. Esto continuó hasta la universidad, donde toqué fondo. La vida estaba llena de desengaños, pérdida, abuso y fracaso. Fue entonces cuando le imploré a Dios. Él me proveyó de algo que me había estado faltando todos esos años. Yo había oído sobre Jesucristo, pero en realidad nunca le había conocido personalmente. Logré entender que el pecado me separaba de Dios y que Jesucristo era la respuesta a mi dilema. Él se convirtió en mi Señor y Salvador ese día. Él se convirtió en mi seguridad y protección.

¿Estás enfrentando arrepentimientos y heridas por el abuso infantil? No estás destinado al fracaso por las circunstancias en tu vida, las de ayer, ahora o mañana. Tú estás incluido en el asombroso plan de Dios de gracia, misericordia, perdón y amor. Él está contigo en cada batalla emocional que enfrentes. Él te guiará a un mayor entendimiento de quién es él y cómo puede salvarte. Él es el camino, la verdad y la vida en cada situación que enfrentes.

Dios se preocupa por ti y está íntimamente consciente de lo que estás atravesando. Él quiere ayudarte a perdonar a aquellos que abusaron de ti. Una de las cosas más difíciles para mí fue tomar la decisión física, mental y emocional de perdonar a la gente que me causó estos dolores. El perdón jugó un papel importante en mi proceso de sanación. Tuve que perdonarme. El abuso no fue mi culpa y no lo provoqué. Vino gran sanidad cuando perdoné a los otros.

¡Deja atrás el factor “Yo” en tu vida y asume el factor Dios! ¡Fíjate en los cambios que vienen!

¡Descubre el Amor de Dios!



¿Tú qué piensas?
Todos hemos pecado y merecemos el juicio de Dios. Dios, el Padre, envió a Su único Hijo para cumplir ese juicio por aquellos que creen en él. Jesús, el creador y eterno Hijo de Dios, quien vivió una vida sin pecado, nos ama tanto que murió por nuestros pecados, tomando el castigo que merecíamos, fue sepultado, y levantó de la muerte como lo dice la Biblia. Si de verdad crees y confías de corazón en esto, recibe a Jesús como tu Salvador, declarando: "Jesús es Señor," serás salvado del juicio y podrás pasar la eternidad con Dios en el cielo.

¿Cuál es su respuesta?

Sí, hoy he decidido seguir a Jesús

Ya soy seguidor de Jesus

Todavia tengo preguntas





¿Cómo puedo conocer a Dios?




Si murieras hoy, ¿iría usted al cielo?


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